Según el texto de
Girard, la Teoría del símbolo, el lenguaje es una serie de pautas sonoras y
físicas que se producen y se captan en una determinada sociedad, este lenguaje
no es específico de la humanidad sólo es de esa sociedad y prepara para la vida
dentro de ella.
Los seres humanos
representan un avance trascendental en el proceso evolutivo, un estado –
posanimal-, los humanos descienden de los animales pero equipados con
facultades que sólo ellos poseen, con una organización biológica que hizo
posible la comunicación que a si vez dio origen al proceso evolutivo.
Durante el
crecimiento se desarrolla el equipo neurológico y motriz necesario para el
lenguaje, este proceso de maduración biológica innata aunada al proceso de
aprendizaje social e individual, permiten la reproducción estas de pautas
sonoras que son el medio principal de la comunicación.
A través del
lenguaje, el humano se integra a su entorno y al conocimiento, esta
comunicación a través del lenguaje es característica de toda la especie, como
también lo es la predisposición de aprender un lenguaje. Pero no lo son, sin
embargo las pautas sonoras mismas, los lenguajes.
El lenguaje
simbólico son pautas sonoras que representan datos, y han sido regularizadas y
aceptadas socialmente como símbolos, con el uso de ellas el niño puede entrar
en un dialogo comunicativo y sólo a través de éste se convierte en una persona
individual. Adquirir, emitir y recibir mensajes en la forma codificada de un
lenguaje social hace que los humanos logren acceder a un universo especialmente
humano.
Aunque las formas
sonoras no tiene limite física o biológicamente se mantienen dentro de
fronteras específicas, ya que de otra forma no cumplirían su función como medio
de comunicación de una sociedad, este lenguaje regularizado que representa
todas las experiencias posibles dentro de una sociedad tiene fronteras
definidas, limitadas también en los matices emotivos y valorativos asociados
con muchos símbolos lingüísticos y en la forma de regularización en general, así
también limitada por la estructura del poder.